Hanna

Seguro que alguna vez habeis ido a ver una película al cine porque el trailer que visteis de ella prometía y una vez vista os arrepentis de haber pagado el prohibitivo precio de la entrada. Pues eso es lo que me pasó hace un mes con Hanna.

Había visto el trailer un par de meses antes cuando fui a ver otra película que ahora no recuerdo y una tarde en la que teníamos que matar un par de horas por el centro antes de salir decidimos entrar a ver Hanna. ¡Maldita la hora en la que pagué los 8 euros que costó la entrada!. No voy a hacer mucho spoiler pero algo hago (aunque ya os adelanto que no pasa nada). Avisados quedais.

En apariencia se presentaba como una película de espías con un argumento bien elaborado y unos actores de calidad que, no es que se quede a medio gas, es que no vale ni como argumento para un corto de 10 minutos.

El arranque de la película es bueno, un preocupado Eric Bana entrena en la dura labor de supervivencia, cultura general, idiomas y lucha a una jovencísima Saoirse Ronan en algún punto desconocido de los amplios bosques de Finlandia por una razón que en un principio se desconoce. La chica llega a un grado de experiencia tal que se plantea el volver a la civilización, momento en el que él le comenta que una vez que decida hacerlo deberá pulsar un botón rojo de una especie de radio o radar que avisará al personaje de Cate Blanchett, la cual querrá matarla. La niña decide que lo va a hacer y ambos acuerdan encontrarse en un punto de Berlín. De ahí parte la película. Una la busca, la otra huye, el otro va a Berlín nadando (ya quisiera un ser humano poder hacer eso) y mientras tanto no ocurre NADA. La chica pasa por Marruecos, España (con un vergonzoso espectáculo gitano que mezcla el canto de esta etnia con una especie de éxtasis transcendental, cosa de los americanos, veasé sino lo que hicieron en Misión Imposible II mezclando las Fallas de Valencia con la Semana Santa de Sevilla) para acabar en Berlín, momento en el que te cuentan el por qué de la situación en 4 minutos y se resuelve la película (tampoco quiero contar mucho por si cometeis el error de verla). Y uno se queda con cara de tonto pensando que ha perdido 8 euros y dos horas de su vida viendo una especie de capítulo malo de Alias ( ya quisiera la película haber sido como el peor de los capítulos de esta serie de culto) en el que solo se puede destacar el personaje de la Blanchett que esta excepcional, como siempre, haciendo de una cabecilla de la CIA con un trastorno obsesivo compulsivo. Por lo demás, Eric Bana sale toda la película con cara de simplón y con una interpretación lineal y la magnífica Saoirse Ronan (nominada al Óscar siendo una niña por Expiación) no da la talla en un papel de acción en el que a ella parece que “le ha dado un aire” y está media película con cara de vaca mirando al tren (que ya os podeis imaginar la cara de estos animales mirando un trena pasar). A todo esto se suma la pregunta que te surge un rato después de terminar la película: ¿No podría haber educado Eric Bana a esta chica y una vez que creciese integrarla en la civilización sin tener que apretar el botón rojo para que la busquen para matarla? ¿Alguien me puede explicar por qué aprieta el maldito botón?. Para mí ese es el mayor misterio del film.

Vamos que no perdais el tiempo ni aunque la película caiga en vuestras manos y no tengais nada que hacer, hasta tumbaros a descubrir cuantas manchas puede tener vuestro techo podría resultar más enriquecedor que tragaros semejante bodrio que se podría haber resumido en un corto poco original de 3 minutos y medio (incluyendo créditos) porque, y esto se me había olvidado, encima la idea que le da algo de intriga a la película ya estaba utilizada, no es algo pensado para la película.

No es que yo sea especialmente crítico, como buen aficionado al cine que soy siempre le encuentro algo bueno a las películas (si se lo encontré hasta a Megapetardas), es que me fastidia bastante que me engañen para ver algo que no merece la pena y que trata un tema más que trillado por el cine de espías.

Lo dicho, esta no es para disfrutarla,

Ciao Ciao.

AngelRDuro.