miércoles, 3 de agosto de 2011

Manderlay

Con Manderlay, Trier vuelve a darle una vuelta de tuerca al modo de hacer cine. Si bien no guarda grandes diferencias con su predecesora, en esta llegó más allá, incluso sacrificando un animal con el fin de causar impacto, pero que como resultado de las críticas recibidas al final no incluyó en el montaje final.

La película transcurre días después de la historia contada en Dogville. Grace, en este caso interpretada por Bryce Dallas Howard, que sustituyo a Kidman al frente de la misma, huye de Dogville y acaba en Alabama, en una granja perdida en mitad del Estado, donde la esclavitud aún no ha sido abolida, pese a estarlo en el resto del país.

Trier, fundador del movimiento Dogma 95 decidió, con Manderlay, volver a saltarse por completo el manifiesto, y rodar una historia en donde lo esencial son las actuaciones de sus actores, no importando ningún otro elemento, que en este caso sería totalmente secundario, como se demuestra en la no existencia, nuevamente, de elementos de escenografía.

Junto con Dallas Howard, y como otra cabeza de cartel, hay que destacar la reaparición de Lauren Bacall, que en este caso hace el papel del ama, mientras que en Dogville era una aldeana más, y la incorporación de Willem Dafoe en el papel del padre de Grace.

Manderlay, al igual que su predecesora, juega con los sentimientos de los espectadores, provocando odio, desesperación y tristeza a partes iguales en cada una de las tomas de la película. Si en la primera se nos hablaba de la venganza en lugar de justicia y la maldad de los hombres, en esta el tema de la venganza no deja de estar presente, pero se nos introduce, a través de los esclavos de la plantación algodonera, el conformismo, y los problemas inherentes a la democracia, que generan la corrupción y chantajes.

Manderlay, segunda parte de la trilogía USA Land Of Opportunities, fue realizada con la intención de ser una mordaz crítica a las políticas de los Estados Unidos, que por el modo en que son contadas consiguen mayor atención del espectador. No obstante, y aunque la película consigue su claro fin, no resulta tan novedosa como su predecesora, dados los pocos cambios que hay entre una y otra.

Si has visto Dogville y te gustó no puedes no ver su continuación. No podrás dejar de notar la ausencia de Kidman, pero bien resuelta con Dallas Howard. Película dura, que como su antecesora, es preferible ver con una mente abierta y un buen estado anímico.

¿Vosotros que pensáis?

By Rules

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